Conocer a Florángela fue para mí un reto astrológico.
Llevaba años estudiando astrología y analizando cartas de amigos y familiares, todas personas que compartían un estrecho vínculo emocional conmigo y de quienes conocía básicamente sus vidas.
Flor, así la llamo con cariño, fue la primera persona a la que le leí su carta sin tener referencia alguna de ella, todos mis conocimientos se pusieron a prueba ese día.
Ella es una persona muy correcta, exigente, super analítica de todo lo que pasa en su entorno, sin contar que su filtro emocional de que si le agrada o no algo es bastante alto, todas cualidades que no sabía para el momento de mi lectura.
Recuerdo perfectamente haber preparado un espacio en mi oficina de trabajo. Para ese tiempo trabajaba como asistente del Director de Cultura de la Universidad de los Andes y tenía como hobbie el estudio de la astrología.
Como buena capricorniana, quería dar una buena impresión.
Lo cierto es que el cerebro cuando está muy nervioso pero se entrega en plena concentración a una actividad que le da mucho placer hacer puede sacar de sí las mejores argumentaciones posibles.
En ese momento fue como por primera vez organicé una lectura metódica y con fluidez concentrándome en revelarle a mi primer cliente cuál era su misión de vida y los escenarios que complementaban esta misión.
La vida es como un gran Jardín de flores, donde tú mismo eres el arquitecto y jardinero de ese espacio, decides qué especies cultivar y qué colocar en cada espacio para que tu jardín sea uno de los más especiales que muchos puedan disfrutar, todo eso lo puedes ver codificado en una Carta Natal e interpretar si la persona está haciendo un buen trabajo con su jardín personal.
Flor es una mujer con una capacidad de cultivar flores especiales, de detenerse a pensar el por qué de cada uno de sus territorios internos y externos son importantes en su vida y en su búsqueda personal de evolución se convirtió en terapeuta, madre, esposa y, sobre todo, en una hermosa mujer que puede leerse fácilmente y sanar sus heridas del alma.
Se preocupa mucho por el estado familiar de las personas, esto le hace honor a su signo, ya que Cancer, que es donde tiene el emplazamiento del Sol, determina que su tarea principal es la comprensión y disfrute de la familia.
Lo que llevó a Flor en ese momento a realizar la lectura de su Carta Natal y la de todo su núcleo familiar para comprender de esa manera cuáles eran los papeles fundamentales que se estaban mezclando energéticamente en su familia.
Quiero que lean de su propia mano las frases que quedaron en su corazón ese día:
“En un momento de mi vida de búsqueda de respuestas, más allá de lo usual y aparente, una amiga común muy amada, Vivian, sirvió de puente para contactar con Juanita.
Es un contacto, una comunicación cercana, que se ha sostenido desde entonces, hace unos siete años.
En aquel momento, la carta astral que interpretó Juanita me mostró mucho de lo que andaba buscando...
Respuestas a determinadas características de mi carácter y a experiencias particulares de vida que había ido creando como vehículos de aprendizaje muy valiosos.
De Juanita puedo decir que, a través de su trabajo, se nota que lleva en la sangre tanto la astrología como la pasión por ayudar al despertar de consciencia.
Es una persona comprometida, consciente, estudiosa, apasionada, entregada a su misión de vida y siempre trabajando en profundizar en su área y ofrecer herramientas que están en permanente perfeccionamiento.
Agradezco profundamente esta amistad de tantos años, así como la disposición, apertura y entrega de Juanita para brindar una mano al desarrollo personal de tantos que nos hemos encontrado con ella a lo largo de su labor como astróloga.”
Como lo expresa ella, tenemos más de 7 años ininterrumpidos haciendo un seguimiento de cerca a su ciclo evolutivo energético y a mí me dio la oportunidad de estudiar a fondo y con alguien, que no fuera mi propia persona, los ciclos mensuales y anuales de un individuo.
Junto a otras personas, a quienes quizá también que leeremos un poco en nuestro blog, fue como nació uno de mis primeros libros “Caminando con la Luna”, un Método dedicado a la compresión de la Luna y su ciclo particular con el individuo, ya que todos nosotros en la intimidad de nuestras emociones nos debemos a un ciclo muy particular, que cuando lo aprendemos a reconocer, podemos determinar con antelación cuándo serán nuestras crisis emocionales, en periodos cortos o en esos periodos de trabajo emocional largos.
Ella, por su signo Cáncer, se convirtió en la candidata perfecta para este estudio, ya que es el signo con mayor susceptibilidad a los cambios diarios de la luna.
Como terapeuta y una maravillosa amiga, rápidamente se convirtió en una de esas personas en las que me apoyo para pasar mis procesos de podas en mi propio jardín y llegar a la comprensión de mis procesos personales, así que hay entre nosotras una complicidad de terapeutas muy especial, un espejo de madres, de esposas y de mujeres independientes que queremos alcanzar nuestros sueños.
Estoy completamente agradecida de que la Vida me pusiera el reto de que fuera la primera persona que despertara en mí el placer de ayudar astrológicamente a alguien y así comenzar mi recorrido como astrólogo psicoemocional que hasta el día de hoy cumplo, ya no como un hobbie sino como mi trabajo diario.
Les dejo los datos, por si les interesa contactarla, no se van a arrepentir.
Florángela Carballo Díaz
Terapeuta
Medicina Tradicional China
Desarrollo Personal
Sanación Bio-Psico-Socio-Emocional
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