Júpiter y Saturno
Los gigantes Júpiter y Saturno:
los planetas exteriores
Los planetas exteriores están conformados por los gigantes Júpiter y Saturno. Debido a su gran tamaño, su influencia en la Tierra se hace muy evidente y, a veces, hasta contundente. Al igual que los planetas que ya hemos revisado, estos tienen sus peculiaridades físicas que les hacen, en cierta forma, ser cuerpos celestes determinantes en la evolución de la Tierra.
Júpiter y Saturno representan dos ciclos importantes de todo ser terrestre, que se llaman revoluciones en astrología. Todos los planetas tienen su propia revolución, que no es más que el retorno de un planeta a su posición original con respecto a nuestra carta natal. Este hecho ya lo hemos observado en otros ciclos cortos, como el de la Luna de 28 días o en trayectorias imaginarias de planetas interiores que no tardan más de un año en volver a su posición original, sobre todo aquellos que acompañan al Sol. La revolución de Júpiter es de 14 años, mientras que la de Saturno es de 27 a 28 años, y marcan dos revoluciones o dos momentos importantes de nuestro desarrollo a nivel social.
El planeta Júpiter es el primero después del cinturón de asteroides que lo separa de Marte. Se le puede reconocer por sus franjas beiges y marrones y su gran punto rojo. Se le llamó Júpiter por ser el rey de los dioses romanos: es el planeta más grande del sistema solar y es más de mil veces mayor a la Tierra. Júpiter es una estrella compuesta de gases, principalmente de helio e hidrógeno. Las líneas paralelas que se ven en el ecuador de Júpiter a través de fotografías, son en realidad nubes densas que le rodean y que constituyen gran parte del planeta. El punto rojo es un enorme huracán tres veces del tamaño de la Tierra. Su temperatura es de -45 ˚C y hacia su centro de 24 mil ˚C. Júpiter es más caliente que la propia superficie del Sol, lo cual genera grandes vientos y posee un núcleo sólido rodeado por un gigantesco océano de hidrógeno líquido. Al rotar, crea un campo magnético que es el más fuerte del sistema solar, siendo 20 veces mayor al de la Tierra.
Júpiter da la vuelta de rotación en 10 horas terrestres y es el planeta que rota más rápido en el sistema solar. Pero su viaje alrededor del Sol, esto es, su ciclo orbital, es de 12 años terrestres. Su revolución ocurre aproximadamente cada 14 años, pues hay que sumarle los movimientos retrógrados que a veces ocurren. Júpiter tiene tres anillos delgados compuestos por partículas de polvo y tiene 62 lunas. Las primeras fueron descubiertas por Galileo Galilei en 1610 y las últimas por la NASA en el 2003. Actualmente, la NASA tiene una astronave rumbo a Júpiter, Juno, que llegó a destino en el 2016.
Saturno es también un planeta gaseoso compuesto principalmente por hidrógeno y helio. Es el segundo planeta de mayor tamaño, después de Júpiter. Su característica más llamativa es la de poseer dos grandes anillos brillantes. Se le dio el nombre del dios romano de la agricultura. Su equivalente griego es Cronos, el padre de Zeus y de Júpiter e hijo de Urano. En 1610 Galileo Galilei fue el primero en ver a Saturno desde un telescopio, pero lo observó como tres cuerpos diferentes, sin llegar a comprender muy bien lo que veía. Luego, en 1659 fue Huygens, un astrónomo suizo, quien pudo observarlo con un telescopio más potente e identificó un anillo alrededor del planeta. Luego, en 1670, Cassini detectó una separación entre los anillos y es lo que hoy permite distinguir los anillos a y b, que son los más notorios. En realidad, Saturno tiene cinco anillos más, descubiertos recientemente, en el 2006.
Saturno es también un planeta gaseoso compuesto principalmente por hidrógeno y helio. Es el segundo planeta de mayor tamaño, después de Júpiter. Su característica más llamativa es la de poseer dos grandes anillos brillantes. Se le dio el nombre del dios romano de la agricultura. Su equivalente griego es Cronos, el padre de Zeus y de Júpiter e hijo de UranoTambién tiene un núcleo sólido rodeado por un manto de hidrógeno metálico líquido. Al ser una cantidad mucho menor a la de Júpiter, Saturno tiene un campo magnético que, aunque bastante poderoso, no alcanza los niveles de Júpiter. También cuenta con 60 satélites naturales, algunos aún por confirmar por parte de la comunidad científica.
Saturno le da la vuelta al sol en 30 años, esto es, su periodo orbital. Por ser más lento que Júpiter, los antiguos griegos le designaron como Cronos, el padre anciano de Zeus. Además de tener características similares, Júpiter y Saturno están sincronizados, pues resuenan el uno al otro. Ello corresponde a la mecánica celeste que ocurre en un planeta que influye directamente sobre el campo gravitacional del otro, en un periodo definido. En el sistema solar hay muchos ejemplos de resonancia, que puede bien estabilizar o desestabilizar la órbita.
Cuando el abuelo y los niños llegaron a la habitación, Ian preguntó:
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Abuelo, ¿de qué se trata la historia que vas a contarnos?
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Bueno, chicos, primero que todo ¡a la cama! Y a decir sus oraciones. No quiero que se queden dormidos mientras relato la historia.
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¡Jamás! - Contestaron Ishtar y Martín
El abuelo comenzó su narración con una voz muy suave.
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Esta es la historia de dos hermanos llamados Taranis y Saturn, que vivían en un pueblo lejano de la antigua Europa. Estos chicos se llevaban pocos años de diferencia y eran muy inteligentes y curiosos; tanto así, que se convirtieron en los jóvenes más populares de su pueblo. Cuando surgía algún problema, ellos con su ingenio y observación procuraban resolverlo de inmediato. Les gustaba mucho leer manuscritos y observar todo tipo de mecanismos para mejorarlos. Ellos ayudaron a mejorar el sistema de riego de las plantaciones del pueblo y construyeron un horno nuevo para el panadero, usando técnicas de ventilación para rendir el calor. Así, el panadero usaba menos leña y horneaba más panes. Se la pasaban pensando cuál sería la mejor forma de hacer las cosas y competían por obtener el mayor reconocimiento. Un día, estos chicos se enteraron que de que en unas montañas no muy lejos de su pueblo, existía un castillo gobernado por un rey muy curioso que premiaba todo aquel que llegara con sus objetos más extraños y sus inventos al reino. Los chicos quedaron fascinados con la idea de construir algo tan genial que dejara boquiabierto al Rey. Al principio, ellos intentaron trabajar juntos, pero no lograron ponerse de acuerdo sobre cuál idea construir, así que decidieron usar su ingenio por separado y dejar que el Rey determinara cuál de los dos artefactos sería el mejor. Así fue como Taranis y Saturn empezaron a hacer planos y dibujos de sus objetos.
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Abuelo, ¿pero esos artefactos tenían que servir para algo en específico? - Preguntó Ian.
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No necesariamente, Ian. El Rey estaba muy interesado en el ingenio del hombre. Muchas veces le llevaban objetos que no servían para nada. Sólo eran simples curiosidades.
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Abuelo, a mí me gusta mucho inventar juguetes
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A mí también- dijo Martín.
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Pero se me dañan muy rápido.
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Pues a mí lo que me gusta hacer son recetas nuevas en la cocina con mi mami - dice Ishtar.
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Bueno.
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¿Eso también podría ser un invento abuelo?
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Claro, chicos, todo lo que ustedes no hayan visto o antes y sean los primeros en preparar o construir, se diría que es un invento.
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Abuelo, ya quiero saber qué inventaron ellos- interrumpió Martín.
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Bueno, resulta que estos chicos pasaron un gran tiempo reuniendo cosas y objetos por el pueblo. Taranis era un chico alegre que con su sonrisa conseguía que le regalaran lo que necesitaba. Se sabía la mayoría de los chistes del pueblo y los iba anotando en un cuaderno para después memorizarlos y darles su toque personal especial. Tenía una fascinación especial por los instrumentos musicales; de hecho, había construido varias flautas, pero siempre quedaba un poco frustrado, pues no había logrado construir un instrumento que le gustara a su hermano, quien siempre criticaba que la flauta interrumpía la paz de la naturaleza, en vez de integrarse a ella. Así que se propuso crear un instrumento que sonara como el atardecer del verano.
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Saturn, en cambio, era un obsesionado del tiempo; le encantaba medir todo. Cuánto tiempo se tardaba el pan en hornear, el agua en llegar a su destino, las cabras en bajar de la montaña. Se había hecho varios relojes, de sol, de arena, tipo péndulo. Pero él quería inventar un reloj especial. Su hermano, que pasó por la mesa y vio sus dibujos sonrió y le dijo: -nuevamente un reloj, jajaja. Y ahora ¿qué vas a medir? - Te voy a medir a ti-respondió serio y tajante. - ¿A mí? –Sí, a ti. Tomó todos sus papeles y se fue a su habitación.
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Así pasaron varias semanas. Los chicos salían de la casa y regresaban con cosas y casi no se hablaban entre ellos. Su madre, preocupada por la obsesión de los muchachos, una mañana preguntó: -Hijos, ¿Cuánto tiempo más ustedes van a seguir así? - ¿Cómo así?, preguntó Taranis. -Así. Casi sin hablarse, respondió la madre. Saturn levantó la vista mirando a su hermano, y dijo - He terminado ¿Qué me dices tú? Él se ríe y le contesta: -Terminé hace tiempo, solo que no quería presionarte. -Pues no se hable más, dijo Saturn. Hoy partiremos a la montaña del Rey.
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Así, los dos se fueron, felices con sus paquetes pesados. ¿Qué podría decir el Rey de sus inventos? Taranis no podía dejar de pensar en las palabras de su hermano. ¿Qué cosa me diría esta vez? A él le encantaban los argumentos que este tenía para resolver sus problemas. Como siempre, Taranis se fue contándole chistes nuevos. Y Saturn preguntándole quién era el autor. Con su media sonrisa, él podía saber cuándo el chiste era bueno o no: los buenos, los resaltaba y los malos los tachaba. Claro, su hermano nunca se daba cuenta de este estudio.
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Abuelo, abuelo, ¿Qué paso con los inventos? – interrumpió Martín.
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Calma - dijo, pausadamente. Esa tarde, los chicos llegaron al palacio del Rey y pidieron audiencia. Cuando estuvieron en frente de éste, un poco nerviosos y emocionados, el Rey les preguntó: - ¿Quién de ustedes será el primero en mostrar su invento? Los dos se señalaron al mismo tiempo.
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Seguro será Saturn- dijo Ian.
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Yo creo que elegirá a Taranis- dijo Ishtar.
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A ver-, dice Martín impaciente- que el abuelo continúe la historia.
El abuelo sonrió y continuó.
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El Rey sonrió y señaló a Saturn, diciendo: - Tú serás el primero, te ves un poco preocupado. Taranis hizo un gesto de aprobación, mirando a su hermano, ya que estaba más impaciente que el Rey por saber qué había hecho éste. Saturn sacó su aparato de una bolsa y lo colocó en una mesa. La verdad parecía un reloj: tenía unas cavidades especiales en forma de corazón, de las cuales salían unos tubos en forma de embudos. Las manillas aparentemente no se movían. El Rey se quedó observando, pues no veía movimiento de ninguna manilla alrededor de este supuesto reloj. Le preguntó -¿Puedes explicarnos de qué se trata? - Por supuesto. Primero, le tengo que pedir a mi hermano que haga algo. El Rey lo miró y quedó aún más intrigado. – Taranis -dijo- ¿Puedes contarle al Rey uno de esos chistes tuyos? –Claro -y comenzó a contar chistes. Cuando de repente se oyó una carcajada y otra más. Y los súbditos comenzaron todos a reír. De pronto, el Rey vio que las manecillas de la máquina comenzaron a moverse. De pronto dejó de reír y se hizo un silencio en la sala. Las manecillas del aparato se detuvieron. - ¿Qué pasó? - dijo sorprendido. Saturn le explicó. -Resulta que este es un medidor de alegría. Cada vez que las personas expresan su alegría en carcajadas, éste las mide. - ¡Estupendo! Exclamó el Rey y soltó una carcajada que hizo mover una vez más las agujas. Taranis no salía de su sorpresa, con la función de ese aparato tan ingenioso. Emocionado y curioso, el Rey quería saber qué tenía de interesante el otro chico. - Déjame mostrarles. Y de su maleta sacó un instrumento lleno de tubos unidos a una bolsa. - Muéstranos cómo funciona -dijo el Rey - porque nunca he visto un instrumento así. Taranis comenzó a tocar el instrumento y toda la audiencia quedó maravillada con su sonido. Era un poco melancólico y profundo, que dejó a los oyentes sumidos en sus propios pensamientos. El Rey no había escuchado nada igual antes y preguntó al chico: -¿cómo le dices a este instrumento?- Se llama bordan. El Rey quedó tan feliz con los inventos que llenó de oro las mochilas de los chicos.
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Cuando estos salieron del palacio, Saturn le dijo a su hermano: -por fin creaste un instrumento que llena de tranquilidad el alma. A éste se le dibujó una media sonrisa en el rostro y caminó regocijado al lado de su hermano. Taranis y Saturn regresaron muy contentos a su casa, ya que parte de ese tesoro lo utilizarían para crear nuevos inventos para su pueblo. Y, a su vez, se hicieron los chicos más populares, pues cada vez que alguien tenía un problema, los reunían para solucionarlos. Ellos se dieron cuenta de que su fuerza de inspiración era el otro, y que gracias a esa compañía, su ingenio se hacía mucho más poderoso.
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Así, chicos- dijo el abuelo- esta historia ha terminado.
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Pero abuelo - dijo Martín- no tengo sueño.
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¿Y qué paso con los inventos? – preguntó Ian.
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Sí, abuelo - dijo Ishtar- cuéntanos.
El abuelo, sonriendo, les dio un beso en la frente a cada uno y les dijo:
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Hay inventos que quedan en el olvido, pero otros hacen en nuestra vida parte de la cotidianidad. Ésa es otra historia que más adelante les contaré.
Así los niños quedaron felices para dormir.
Simbología de Júpiter
Tenemos la media luna del alma, surgiendo verticalmente del brazo oeste de la cruz, material. Por las noches es la puerta del Sol, que significa que Júpiter es la entrada hacia el conocimiento y la sabiduría, que tienen una parte lógica y una intuitiva. Júpiter personifica a la mente superior, los mundos lejanos, la expansión, aquello que va más allá del horizonte. Por eso Júpiter representa la espiritualidad a la que llegamos a través de la materia; esto es, la lógica. El tipo de espiritualidad que no tiene explicación se la dejamos a Piscis, a Neptuno. En este caso, se trata de la espiritualidad que tiene como base el conocimiento. Él nos habla de las facultades mentales superiores que deseamos conseguir, el significado mayor, las relaciones entre el campo físico, el campo mental y el campo espiritual. Representa el crecimiento expansivo de la consciencia y los valores espirituales, por lo cual Júpiter representa las opiniones, los dogmas.
En la carta de Malala, quien ganó el Premio Nobel de la Paz en el año 2015, el planeta Júpiter se ubica en Acuario. Acuario es la expansión de la humanidad y la ayuda a la humanidad. Además, Júpiter está en Casa 8, así que ella libera los miedos, lo oculto, el dogma que reprime, que es lo que ha hecho en su historia. Júpiter tiene la tendencia de tomar lo que más podemos absorber de nuestra experiencia en el ámbito de la intelectualidad y de la espiritualidad. Júpiter es el representante de Sagitario.
Simbología de Saturno
Tiene la cruz de la materia por encina de la media luna, de modo opuesto al símbolo de Júpiter. El alma se transfiere y ofrece una cristalización de lo material, lo que da como resultado el equilibrio de la sabiduría. Ello sólo se encuentra con el estudio en el tiempo, con la experiencia. Saturno representa la justicia, el límite al cual podemos llegar en nuestras acciones (Júpiter es expansivo y sin límites). De esta forma, Saturno es el maestro y la autoridad suprema que dictamina hacia dónde debemos ir y cómo nos debemos comportar. Es el representante del padre, del concepto de lo que necesitamos seguir.
En la carta natal de Andy Warhol, artista pionero del movimiento Pop Art, Saturno se ubica en la Casa 5, en Sagitario. Quiere decir que el artista expande con cierta rigurosidad su creatividad y su conocimiento y que hace del arte un esquema que sube cada vez más y hace que sus restricciones en el arte lleven un estilo. Esto es lo que lo hace a un artista famoso.
A su vez, Saturno representa el miedo y el bloqueo al progreso, por lo cual indica dónde necesitamos hacer un esfuerzo mayor para conseguir lo que deseamos. Saturno es el representante energético del signo de Capricornio. Cuando buscamos en nuestra carta qué representa el signo de Capricornio, tenemos que enlazarlo con este planeta. La expansión y la restricción son hermanas para conseguir todo lo que nos proponemos alcanzar en la vida.